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La oración es un verdadero descanso – San Francisco de Asís
La paz que nos trae postrarnos ante el Señor, reconociendo nuestra pequeñez, es un bálsamo que cura todas nuestras heridas y nos llena de un
La Iglesia de hoy no necesita ‘cristianos a tiempo parcial’, sino cristianos de una pieza – San Juan Pablo II
En estos tiempos actualmente convulsos, como en otros similares de la historia humana, los cristianos que se entregan por completo a vivir la fe son
En las cosas necesarias, la unidad; en las dudosas, la libertad; y en todas, la caridad – San Agustín
Somos dados a imponer a los demás nuestros propios criterios, incluso violentándoles con palabras elogiosas o con desprecios. En el fondo, lo que nos falta
No hay cosa peor que reconocer la culpa y no llorarla – San Isidoro de Sevilla
A veces tenemos la valentía de reconocer que algo que hemos hecho, o dejado de hacer, no ha sido correcto. Pero no basta con reconocerlo,
Mucho hace a los ojos de Dios quien hace todo lo que puede, aunque pueda poco – San Pedro de Alcántara
Es en el esfuerzo total donde se ha medir el amor a Dios y a los hermanos. Claro que no se nos pide más de
El que pregunta con mala intención no merece conocer la verdad – San Ambrosio, padre de la Iglesia
¡Cuántas veces ocultamos nuestras intenciones reales bajo la apariencia de querer conocer la verdad! ¡Cuántas veces nos engañamos a nosotros mismos y engañamos a los
La caridad no busca jamás la propia comodidad – San Camilo de Lelis
No puede llamarse caridad si lo que hacemos a los demás es para satisfacer nuestros propios deseos, intereses o afinidades sintiéndonos tranquilos echando una mano
Debemos ir a la búsqueda de las personas, porque pueden tener necesidad de pan o de amistad – Santa Teresa de Calcuta
Son las personas, con sus necesidades, defectos y virtudes, a las que debemos servir, como consecuencia de haber recibido la gracia de ser creyentes en
Vuestra soy, para vos nací: ¿qué mandáis hacer de mi? – Santa Teresa de Jesús
Cuando nos ponemos realmente a disposición de Cristo, porque hemos comprendido que Él es nuestra razón de existir, no debemos tener miedo alguno en obedecer