Imagen del día
Alma mía, no dejes pasar día alguno sin rendir tus respetos a María – San Casimiro de Polonia
Santa María, Señora nuestra, bendita entre todos y llena de gracia. Que, aunque pecadores e indignos, nos sintamos hijos tuyos en todo tiempo y lugar.
En lo ordinario de nuestro día a día, estamos construyendo para la eternidad – Santa Catalina Drexel
No quieres, Señor, que hagamos grandes cosas. Al menos, de forma permanente. Es en las tareas sencillas de cada instante donde nos pides que trabajemos
La humildad no tiene fin, es como el mar – Santa Ángela de la Cruz
Señor, somos conscientes de que no somos lo suficientemente humildes. Porque nos gusta que reconozcan nuestra valía y nuestros méritos. Porque nos consideramos superiores a
Sólo por hoy seré feliz, en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino también en éste – San Juan XXIII
Señor, ayúdanos a distinguir la felicidad verdadera de la que es solamente ficción. Para vivirla como Tú quieres que la vivamos. Para transmitirla a quienes
Sin humildad y sin caridad no llegaremos a ser nunca nada – Beato Marcelo Spinola
Dos virtudes unidas, sobre las que se asienta la santidad. Sin humildad y sin caridad, nada somos y nada de lo que hagamos tiene sentido.
El Señor pagará todo lo que se hace por Él, aunque sea regalar a otro un vaso de agua – San Gabriel de la Dolorosa
Nada de lo que hagamos por los demás quedará sin recompensa. Ni siquiera una sonrisa a esa persona que nos ha mirado con animadversión. Si
Reprender a los demás es muy fácil, pero es muy difícil mirarse bien a sí mismo – San Francisco de Sales
Solemos considerarnos mejores de lo que realmente somos. Decimos que nos conocemos bien pero no es cierto. Tenemos encima de nosotros demasiadas capas de autoestima
La presencia de Dios es un remedio contra todos los vicios – San Basilio el Grande
A veces buscamos escaparnos de la presencia de Dios porque los halagos mundanos son muy fuertes y engañosos. Por eso, cuando huimos de Él, no
El alma que está enamorada de Dios es un alma gentil, humilde y paciente – San Juan de la Cruz
Son los hechos, no los dichos, los que demuestran si amamos a Dios o nos amamos a nosotros mismos o a cualquier cosa mundana. Quien