Tengo mucho más de lo que necesito para vivir. Busco tener más, creyendo que cuanto más posea seré más dichoso. Me engaño a mí mismo porque la felicidad no está en tener mucho sino en saber compartir lo que se tiene con aquellos que tienen menos. Cuanto más me aferre a las cosas materiales, menos alegría tendré en mi corazón y mi alma estará hueca y será incapaz de vivir en la auténtica paz.
Al único que es necesario siempre tener contento es a Nuestro Señor – Santo Toribio de Mogroviejo
Los halagos de los hombres no deben ser nuestra preocupación nunca. Porque a quien tenemos que complacer es a ti, Señor nuestro.