Nuestra debilidad está en la poca confianza que tenemos en Dios. Nos creemos fuertes y prescindimos de Él. Nos consideramos autosuficientes. Mal asunto, porque construimos nuestra seguridad sobre las arenas movedizas de nuestro egoísmo y de nuestra soberbia. Con estos materiales, estaremos permanentemente sometidos a las inclemencias destructoras. Con Dios, somos fuertes. Sin Él, estamos derrotados. ¿Seremos humildes para entender esta gran verdad?
El domingo cristiano gira alrededor de la Misa. ¿Qué domingo es, para un cristiano, aquél en el cual falta el encuentro con el Señor? – Papa Francisco
Asistir a la celebración de la Eucaristía el día del Señor es participar en la fiesta del Amor. Ir a misa el