Esposo de María y padre adoptivo de Jesús, señor san José, intercede por nosotros al Señor para que Él nos auxilie en los momentos de debilidad y nos dé las fuerzas necesarias para resistir los embates del enemigo. Ayúdanos también en nuestras peticiones, si se ajustan a los planes de Dios. Sé nuestro abogado y protector. Que imitemos tu silencio y el saber echarnos confiadamente en las manos del Señor aunque, en ocasiones, no acertemos a comprender lo que nos está pidiendo
No podemos traspasar los lazos de nuestro ángel guardián, resignado o resentido, siempre escuchará nuestros suspiros – San Agustín
Sí, el guardián que nos ha sido asignado personalmente por el Señor está siempre a nuestro lado y nos acompaña en todo