Jesús nos salvó en la cruz. En ella se inmoló por nuestras faltas. Por eso, el madero en el que fue sacrificado es el símbolo de los creyentes. Pero a la cruz se llega tras el sufrimiento de un camino repleto de dificultades. Y la ruta no concluye en la cruz, sino que culmina en la resurrección. A Cristo lo amamos por lo que padeció por nosotros, y deseamos llegar a Él confiados en que resucitaremos con Él.
Y por encima de todo esto, revestíos del amor, que es el vínculo de la perfección – San Pablo, apóstol
Desde los comienzos de la historia del cristianismo se ha venido insistiendo en que el amor es el mandamiento esencial que Cristo