Lo dice expresamente el Señor: sed mansos y humildes de corazón. Él nos dio ejemplo pues, siendo Dios y Señor, se hizo hombre y nos sirvió a nosotros, pecadores e ingratos. Para que aprendamos a comportarnos como seguidores suyos. Si queremos llegar a parecernos en algo a Cristo, el camino no es otro que reconocernos como somos y vivir aplicando sus enseñanzas en todos nuestros actos y pensamientos. Con humildad, comportándonos con quienes nos rodean de forma amable, sintiéndonos servidores suyos y no superiores.
La santidad no consiste en saber mucho ni en mucho meditar; la santidad es un secreto: el secreto de mucho amar – Santo Tomás de Aquino
Si alguna vez se nos ha pasado por la cabeza que ser santos es estar rezando todo el día frases oraciones de