El mal sale de lo hondo del corazón de los humanos. Esto hace que a menudo nos sintamos en desasosiego. Por eso es necesario que ni siquiera nos concedamos la más mínima oportunidad para pensar que los demás obran con malicia o son indignos de nuestra amistad. Dejemos de lado todos esos pensamientos que nos llenan de malicia, egoísmo y soberbia. Actuemos con mayor fraternidad con quienes nos rodean.
Entiende que en el dolor se te prueba, para que no te abatas; entiende que se te prueba en la prosperidad, para que no te exaltes – San Isidoro de Sevilla
Tanto en los momentos en los que lo pasamos mal como en los que nos sentimos repletos de gozo por lo bien