El mal sale de lo hondo del corazón de los humanos. Esto hace que a menudo nos sintamos en desasosiego. Por eso es necesario que ni siquiera nos concedamos la más mínima oportunidad para pensar que los demás obran con malicia o son indignos de nuestra amistad. Dejemos de lado todos esos pensamientos que nos llenan de malicia, egoísmo y soberbia. Actuemos con mayor fraternidad con quienes nos rodean.
La bondad es lo que importa, pues es el bálsamo que pone un poco de suavidad en cualquier amarga llaga – San Pío X
No nos cansemos nunca de obrar con bondad, pues es lo que Dios quiere de nosotros. Si así lo hacemos, estaremos inmunizados