No es lo más importante acumular sabiduría humana y tener amplios conocimientos sobre todas las materias. Aunque esto sea lo que cautive a los ojos terrenales. El talento de los creyentes no coincide con lo que el mundo entiende como saber. Para los cristianos lo importante son las personas y lo que éstas hacen, no los conocimientos intelectuales que puedan demostrar. Por eso, son nuestras obras las que nos darán la dimensión de nuestro auténtico saber, que es lo que agrada a Dios. No estamos aquí para aprender cosas y demostrar que somos muy cultos, sino para hacer el bien con nuestras acciones de cada día.
Al único que es necesario siempre tener contento es a Nuestro Señor – Santo Toribio de Mogroviejo
Los halagos de los hombres no deben ser nuestra preocupación nunca. Porque a quien tenemos que complacer es a ti, Señor nuestro.