Nunca deberíamos cansarnos de intentar acercarnos más a Dios a través del amor a nuestros hermanos. Porque un cristiano que lo es de verdad, no sólo de palabra, debe saber que a Dios se le ama a través de las personas con las que vivimos, con las que compartimos ilusiones y proyectos y también con las que apenas conocemos y tratamos, pero que también son hermanos nuestros. Amar a Dios pasa por amar a nuestro prójimo.

Si alguien quiere ser bueno, debe tener un poco de valentía, estar listo para el sacrificio, ser amable y nunca desagradable – San Juan Bosco
Hay que ser valientes para vivir la fe, defenderla incluso con lo más valioso que tenemos: la vida. A nosotros es probable



