Señor, gracias por tu muerte y resurrección. Gracias porque has cargado con nuestras debilidades, liberándonos de ellas. Gracias por tu misericordia, que permanentemente perdona nuestras traiciones. Gracias porque nos has llenado de amor. ¡Ayúdanos a vivir la alegría de la Pascua y a mantener viva la esperanza en la salvación que nos has prometido!
Tú debes tener fe ilimitada en la bondad divina, porque la victoria es absolutamente segura – San Pío de Pietrelcina
Si nos agarramos con auténtica fe a la misericordia de Dios y nos fiamos de su bondad, caminaremos más seguros. Porque en