Somos dados a imponer a los demás nuestros propios criterios, incluso violentándoles con palabras elogiosas o con desprecios. En el fondo, lo que nos falta es el conocimiento completo de nosotros mismos y la humildad necesaria para admitir que la libertad que pedimos la debemos conceder a los que no están de acuerdo con nosotros. En el fondo, nos falta el ejercicio siempre saludable de la caridad.
Nuestra perfección no consiste en hacer cosas extraordinarias sino en hacer perfecto lo ordinario – San Gabriel de la Dolorosa
Las cosas que debemos hacer cada día, la rutina incluso de cada instante de nuestra vida, son el camino por el que