Correr detrás de los logros humanos, buscar el bienestar material y entregarnos al deleite terrenal no tiene sentido. Quienes hemos sido llamados a vivir como cristianos, sabemos que tenemos una misión que cumplir: esforzarnos porque el reino de Dios se haga realidad aquí en la tierra. Para esto hemos sido enviados y de nosotros dependerá que el reino de paz, justicia y amor del que se habla en el Evangelio se establezca entre nosotros.
El Corazón de María es todo amor por nosotros. Ella nos ama con el mismo amor con que ama a Dios porque lo ama y lo mira a Él en nosotros – San Juan Eudes
María es madre. De Jesús y de todos nosotros, los que creemos en Él. Por eso su corazón es un volcán de