Nos cuesta comprender que lo que tenemos son dones, muchos o pocos, que Dios ha puesto en nuestras manos para que los administremos correctamente. No son nuestros en exclusiva, sino que tenemos la obligación moral de contribuir con ellos al bien común. No es justo que veamos pasar ante nuestros ojos las miserias humanas, también espirituales, de los demás sin hacer nada por remediarlo. Al final de los tiempos seremos examinados de amor.
Domina tus impulsos y tendrás muchos amigos y ningún enemigo – San Juan Bosco
Es fácil caer en la tentación de responder de forma irascible cuando nos llevan la contraria o nos vilipendian, acertada o equivocadamente.