La fuerza inmensa que nace de Jesús presente en el Pan y el Vino nos empuja a vivir conforme nos marca la doctrina que Él nos dejó en las páginas del Evangelio. Es la realidad gozosa de sentir plenamente que está presente entre nosotros, nos comprende, nos ayuda y nos ama. Y nunca nos abandona, porque nos ha prometido estar a nuestro lado hasta el final.
La oración es un verdadero descanso – San Francisco de Asís
La paz que nos trae postrarnos ante el Señor, reconociendo nuestra pequeñez, es un bálsamo que cura todas nuestras heridas y nos