Es verdad que resulta más fácil predicar que dar trigo. Tenemos siempre preparado el consejo para los demás, pero nos olvidamos de aconsejarnos a nosotros mismos. Señor Jesús, que caigamos en la cuenta de que no debemos exigir a otros lo que nosotros no practicamos, que intentemos enseñar con nuestro ejemplo más que con nuestras palabras. Como Tú nos enseñaste con tu vida, pasión y muerte. Que seamos capaces de aprender de Ti.
El oficio de la humildad es mostrarnos nuestra propia realidad, darnos la puntual medida de lo que somos – Beato Marcelo Spínola
¿Qué somos, en realidad? Poca cosa, por cierto. Casi nada. Aunque no lo veamos o no queramos verlo. Tú, Señor, sí sabes