No solamente en los momentos difíciles de nuestra vida, sino siempre, el acudir a María para que nos ayude es un seguro que nos mantendrá firmes en la fe, sosegados ante los problemas cotidianos y reconfortados con nosotros mismos. Ella, que es madre nuestra, nunca nos dejará solos frente a los peligros, por muchos y grandes que éstos sean. Tengámoslo siempre presente en nuestros quehaceres.
El único sentido de esta vida consiste en ayudar a establecer el reino de Dios – San Pablo VI
Correr detrás de los logros humanos, buscar el bienestar material y entregarnos al deleite terrenal no tiene sentido. Quienes hemos sido llamados