La conciencia buena nos produce paz, interior y exterior, si actuamos conforme es nuestro deber como creyentes. Además de eso, nos sentimos alegres hasta tal punto que somos capaces de superar los contratiempos y malos momentos que aparentemente pudiera traernos el obrar correctamente. Si tenemos una buena conciencia, no podrá hacernos daño nada. Porque será mucho mayor la alegría que brote en nosotros que todos los sufrimientos que nos puedan ser causados.
No podemos traspasar los lazos de nuestro ángel guardián, resignado o resentido, siempre escuchará nuestros suspiros – San Agustín
Sí, el guardián que nos ha sido asignado personalmente por el Señor está siempre a nuestro lado y nos acompaña en todo