Hay tantas cosas sobre Dios que no puedo comprender con mi mente humana que, en ocasiones, me entran dudas. Desearía saberlo todo, para ahuyentar de mí los miedos y las inseguridades. A lo mejor es que busco mi propia seguridad y me olvido de que lo que importa es amar a ese Dios que me amó tan locamente que entregó su vida por mí. ¿O es que no es esto motivo suficiente para no pensar en las dudas y creer firmemente que el amor a Él y a los hermanos es lo único que me debe importar?
Domina tus impulsos y tendrás muchos amigos y ningún enemigo – San Juan Bosco
Es fácil caer en la tentación de responder de forma irascible cuando nos llevan la contraria o nos vilipendian, acertada o equivocadamente.