Jesús nos salvó en la cruz. En ella se inmoló por nuestras faltas. Por eso, el madero en el que fue sacrificado es el símbolo de los creyentes. Pero a la cruz se llega tras el sufrimiento de un camino repleto de dificultades. Y la ruta no concluye en la cruz, sino que culmina en la resurrección. A Cristo lo amamos por lo que padeció por nosotros, y deseamos llegar a Él confiados en que resucitaremos con Él.
Con su Ascensión, el Señor Resucitado atrae nuestra mirada al Cielo, para mostrarnos que la meta de nuestro camino es el Padre – Papa Francisco
Mirar al cielo, sí. Porque es donde queremos ir. Para estar con Dios. Para gozar con él eternamente. En la conmemoración de