Asistir a la celebración de la Eucaristía el día del Señor es participar en la fiesta del Amor. Ir a misa el domingo es una obligación moral que tenemos los cristianos. Pero es más que eso. Si realmente queremos ser consecuentes con la fe que hemos recibido, la misa dominical ha de ser el momento más importante de nuestra vida como creyentes. Porque celebramos la misericordia del Señor, recibimos su bendición y nos transformamos en Él para ser testigos suyos en el mundo en el que vivimos.
La amistad disminuye el dolor y la tristeza – Santo Tomás de Aquino
Los amigos de verdad, no los interesados por cualquier motivo, ayudan siempre en los momentos más difíciles, logrando que éstos resulten más