Asistir a la celebración de la Eucaristía el día del Señor es participar en la fiesta del Amor. Ir a misa el domingo es una obligación moral que tenemos los cristianos. Pero es más que eso. Si realmente queremos ser consecuentes con la fe que hemos recibido, la misa dominical ha de ser el momento más importante de nuestra vida como creyentes. Porque celebramos la misericordia del Señor, recibimos su bendición y nos transformamos en Él para ser testigos suyos en el mundo en el que vivimos.
No podemos traspasar los lazos de nuestro ángel guardián, resignado o resentido, siempre escuchará nuestros suspiros – San Agustín
Sí, el guardián que nos ha sido asignado personalmente por el Señor está siempre a nuestro lado y nos acompaña en todo