La libertad de los hijos de Dios está en obrar en conciencia, en ser buenos con todos, en no buscar más que el bien de los que nos rodean, conforme Cristo nos ha mandado. Quien no obra así, no puede considerarse libre, sino esclavo, y no será capaz de disfrutar de la paz que da la conciencia del que obra correctamente, sin odios ni rencores.
Con su Ascensión, el Señor Resucitado atrae nuestra mirada al Cielo, para mostrarnos que la meta de nuestro camino es el Padre – Papa Francisco
Mirar al cielo, sí. Porque es donde queremos ir. Para estar con Dios. Para gozar con él eternamente. En la conmemoración de