En las relaciones humanas el respeto al otro es clave para conseguir el respeto mutuo. Pero más que ese respeto a los demás debe ser tenido en cuenta el respeto que cada uno se tiene a sí mismo. Es necesario que seamos coherentes y actuemos conforme decimos creer, pues de esta forma los otros comprenderán que somos consecuentes con nuestra fe y, por tanto, no jugamos al engaño, sino que somos gente de fiar. Es la mejor manera de ser respetados.

Si alguien quiere ser bueno, debe tener un poco de valentía, estar listo para el sacrificio, ser amable y nunca desagradable – San Juan Bosco
Hay que ser valientes para vivir la fe, defenderla incluso con lo más valioso que tenemos: la vida. A nosotros es probable



