Una hermosa manera de practicar la caridad es saber callarnos cuando tenemos que opinar sobre alguien al que le vemos lleno de defectos. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar a los otros y para estar criticando lo que hacen los demás? Mucho mejor nos iría si no lanzáramos piedras contra nadie. Porque si somos cristianos de verdad, tenemos que demostrarlo. Mejor es guardar silencio cuando no podemos pronunciar palabras de alabanza hacia los otros.
Un buen hombre no es un hombre perfecto; un buen hombre es aquel que es honesto, fiel y que responde sin dudar a la voz de Dios en su vida – San John Fisher
Mientras caminamos por este mundo, no nos martiricemos buscando la perfección. No la encontraremos, porque no existe. Ni en los otros ni