Los santos nos llaman constantemente a seguir al Señor como Él quiere que le sigamos: sirviendo a los más necesitados. No hay otro camino si realmente queremos ser consecuentes con la fe que se nos ha dado gratuitamente. La voluntad de Dios es la que tenemos que cumplir, no nuestros caprichos e intereses. Aunque cueste, aunque resulte desagradable, aunque nos vaya en ello el prestigio e, incluso, la vida.
Que mi primer pensamiento, después del descanso de la noche, sea para Dios – Santa Luisa de Marillac
Gracias, Señor, por este nuevo día que nos regalas. Gracias por seguir amándonos, pese a que no somos merecedores de ello. Gracias