Ella, la Madre, está siempre a nuestro lado. Con Ella estamos protegidos y no debemos tener miedo. La historia de los creyentes es una permanente demostración de que María, Madre de Dios y Madre nuestra, es la mejor garantía para resistir en este mundo siendo fieles a Jesús. Acudir a ella es llenarnos de fuerza para seguir caminando por el camino que Dios nos ha trazado para que vivamos según su voluntad.
Si se levanta la tempestad de las tentaciones, si caes en el escollo de las tristezas, eleva tus ojos a la Estrella del Mar: invoca a María – San Bernardo de Claraval
En los malos momentos de nuestras vidas, cuando estemos en peligro, o nos encontremos desanimados para seguir luchando por ser mejores, acudamos