Hay injusticias, sí. En derredor nuestro y en nosotros mismos. Pero son consecuencia de la imperfección humana. De nuestra libertad no ejercida correctamente. En nuestras manos está transformar en bien lo que vemos que está mal. Podemos hacer mucho en este campo. Quejarnos diciendo que este mundo es un asco no es de cristianos. Hay que transformarlo. Estamos llamados a hacerlo.
Me parece que el secreto de la vida consiste simplemente en aceptarla tal cual es – San Juan de la Cruz
Para ser felices en esta vida debemos empezar por quejarnos menos de lo que nos quejamos ante cualquier adversidad que se nos