A menudo nos afanamos en buscar la manera de transformar nuestra sociedad para que sea mejor y para esto solamente encontramos inconvenientes. Nos parece tarea imposible porque para cambiar todo lo que está mal creemos que son necesarias grandes actuaciones. No nos damos cuenta de que es posible transformar esta sociedad si somos tenaces en la tarea. Una sonrisa, un apretón de manos, un “gracias” o ”cómo estás”… ¡Qué manera tan sencilla de ser más humanos con todos y de trabajar porque el amor impregne nuestra sociedad!
El peldaño más bajo de esta decadencia moral es la soberbia. El hombre rico se viste como si fuera un rey, simula las maneras de un dios, olvidando que es simplemente mortal – Papa Francisco
La sociedad en la que estamos inmersos necesita personas humildes, serviciales y honestas. Sobran los soberbios que se consideran superiores a los