¡Cuánto bien podemos hacer mostrándonos benevolentes con los demás! Una palabra de cariño dicha desde el corazón a quien está sufriendo por cualquier causa puede producir en él sosiego y paz. Un gesto de perdón a quien nos ha ofendido nos ayuda a nosotros y libera de su culpa al ofensor. Escuchar a quien desea desahogar sus penas puede ayudarle a sentirse mejor. Una palabra de aliento a quien está en dificultades le insufla ánimos para seguir peleando por lo que cree es mejor. Con sencillas acciones podemos hacer mucho bien.
La caridad es universal, no tiene en cuenta ni raza ni color ni religión – San Camilo de Lelis
Querer practicar la caridad con unas personas que nos caen bien y no con otras, no es de buenos cristianos. Ni siquiera