Acción Católica General

Málaga

¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro? (ADVIENTO III)

Facebook
WhatsApp
Twitter
Pinterest
¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro? (ADVIENTO III)
Foto: J. Serrano

 

 

¿Qué esperan el hombre y la mujer de hoy?
Por lo que vemos y por lo que nos cuentan los medios de comunicación:
poder, dinero, placer, sobresalir de entre las masas, triunfar en materialismo.
Hay excepciones, por supuesto.
Porque siempre podemos encontrar personas
que están caminando por sendas estrechas pero seguras
que llevan al lugar donde hay vida auténtica.

Juan, el que bautiza a las masas en el río Jordán,
envía emisarios a Jesús para que le pregunten si es el Mesías prometido.
Bien sabe él que su primo es quien viene a salvar a la humanidad.
Pero quiere que sus discípulos lo vean y sean testigos fehacientes.

Señor, Juan lo tiene muy claro: tú eres el Mesías.
No hay que esperar a otro.
Y yo me pregunto si estoy plenamente convencido de ello.
Porque a veces doy la impresión a los demás de que no actúo con convicción
pues no sé acompasar mis acciones a las palabras que pronuncio.
Sí, es cierto que me declaro creyente,
que reconozco, de palabra, e incluso de sentimiento, que tú eres el Salvador.
Hasta hago gestos de intentar transmitir a los demás

que tú eres el Mesías que necesitamos, el Dios que esperamos.
Pero siempre me quedo corto.
A veces dudo. No es que pierda la fe.
Es que me falta coraje para demostrar con hechos lo que digo de palabra.
Y tú dices que son bienaventurados los que no se escandalicen de ti.
No, no me escandalizo de intentar seguirte,
ni me avergüenzo de decir que eres mi Salvador.
Pero tengo que ser más contundente en mis acciones
demostrando con ellas que vivo como tú quieres: sirviendo.
Menos hablar y más actuar.
Menos golpes de pecho y más tender la mano para ayudar.
Menos autocomplacencia y más valentía para anunciar
de palabra y con hechos que eres el Mesías
que vienes a demostrarnos el amor inmenso que nos tienes
a cada uno de tus pequeños
pues eres el único que nos das paz, gozo, alegría yamor total.

José Serrano Álvarez

Anteriores