María, nuestra Madre, lo es todo para los que nos consideramos hijos suyos. Por eso nos sentimos alegres cuando la alabamos y bendecimos. Pronunciar su nombre nos llega de inmensa paz. Si la llevamos siempre con nosotros, seremos los más dichosos. Ella nos guiará siempre por el buen camino, el que nos conduce a su Hijo y hermano nuestro, Jesús.
A Jesús se le sirve y se le ama en la Cruz y crucificados con Él – San Luis Orione
Siervos tuyos somos, Señor Jesús. Tú nos has dado ejemplo del camino que debemos seguir si queremos ser de los tuyos: la