Para todo, el amor. Siempre el amor. Los cristianos hemos sido bautizados en el amor de Cristo, que se entregó por nosotros. Tenemos encomendada la misión de sembrar de amor el mundo. Para curar las heridas de la insolidaridad, de los enfrentamientos, de las miserias de los propios humanos. Solamente el amor, que es entrega desinteresada, puede transformarnos cual bálsamo que cura todos los males.
Domina tus impulsos y tendrás muchos amigos y ningún enemigo – San Juan Bosco
Es fácil caer en la tentación de responder de forma irascible cuando nos llevan la contraria o nos vilipendian, acertada o equivocadamente.