Con el amor se puede transformar el corazón del hombre, que es el lugar de donde surgen las maldades humanas. A fuerza de amar, se consigue que la injusticia deje paso a la justicia, la paz se imponga sobre la violencia y la caridad se adueñe de los más abyectos egoísmos. A los que somos creyentes se nos manda que pongamos amor en todo lo que hagamos y en nuestras relaciones con los demás. De este amor seremos examinados.
No hemos sido creados para nosotros mismos, sino para Dios y para los hermanos – Papa Benedicto XVI
La razón de nuestro existir está suficientemente clara: Dios nos quiere para sí y para que, por Él, nos demos a los