Si nos alejamos de Dios, el egoísmo en nuestras vidas se crece y dejamos de amar desinteresadamente; en cambio, la cercanía a Dios, que es Amor, nos da fuerzas para amar a los amigos y a los que se consideran enemigos, aunque no lo sean. Los santos llegaron a serlo porque supieron estar cerca de Dios sirviendo a los hombres más necesitados. Ninguno obró por quedar bien ante el mundo, sino por amor a Dios.
El gran peligro del cristiano es predicar y no practicar, creer, pero no vivir de acuerdo con lo que se cree – San Antonio de Padua
Es más fácil decir a los demás qué tienen que hacer para ser mejores que dar nosotros el paso para intentar ser