Es frecuente que nos consideremos diferentes a los otros. Incluso superiores, por formación, creencias, gustos, etc. Hasta por posición social. Se nos olvida que todos somos iguales, aunque unos tengan unos dones diferentes. Todos, en resumen, somos hijos del mismo Padre Dios, que nos manda que vivamos en armonía, pues en su casa no quiere más distinciones que el deseo de cada uno por ser el primero en el servicio. De esta manera sí lograremos convivir como la auténtica familia de los creyentes que solamente buscan el bien común.
El domingo cristiano gira alrededor de la Misa. ¿Qué domingo es, para un cristiano, aquél en el cual falta el encuentro con el Señor? – Papa Francisco
Asistir a la celebración de la Eucaristía el día del Señor es participar en la fiesta del Amor. Ir a misa el