Quienes triunfan ante Dios no son los más guapos. Ni los más ricos. Ni los más sabios. Los que están más cerca de Él son los que saben reconocer sus limitaciones. Los que no se enorgullecen de sus talentos, sino que los ponen al servicio de las demás. Porque no son propiedad suya, sino que les han sido cedidos gratuitamente.
No podemos traspasar los lazos de nuestro ángel guardián, resignado o resentido, siempre escuchará nuestros suspiros – San Agustín
Sí, el guardián que nos ha sido asignado personalmente por el Señor está siempre a nuestro lado y nos acompaña en todo