Aunque duela, aunque conlleve sufrimiento y menosprecio, lo correcto es ir con la verdad por delante. Mostrarnos a los demás como realmente somos. No fingir. No mentir. No edulcorar la realidad. No debemos tener complejo en decir lo que somos, en qué creemos, por qué obramos siguiendo las enseñanzas de Jesús. Incluso aunque ello nos ocasione el mayor de los sacrificios, el de la propia vida.
Lo correcto es correcto aunque nadie lo haga, lo incorrecto es incorrecto incluso si todos lo hacen – San Agustín
A menudo escondemos nuestras debilidades intentando justificarnos con el “todos lo hacen” o “esto no lo hace nadie”. Hay que ser valientes