Los amigos de verdad, no los interesados por cualquier motivo, ayudan siempre en los momentos más difíciles, logrando que éstos resulten más llevaderos. Pero tener amigos verdaderos requiere que seamos capaces de ser también nosotros bálsamos que curen heridas y sonrisas que venzan tristezas de aquéllos. Hacer amigos exige que estemos dispuestos a dar más que a recibir.
La oración es un verdadero descanso – San Francisco de Asís
La paz que nos trae postrarnos ante el Señor, reconociendo nuestra pequeñez, es un bálsamo que cura todas nuestras heridas y nos