Los seguidores de Jesús tenemos que trabajar por hacer posible su reino en nosotros mismos. No se trata de instaurar un reino al estilo del mundo, sino al estilo que se nos marca en el Evangelio. Un reino donde la verdad de nuestras vidas, la paz de nuestras conciencias y el amor entre nosotros sean las normas por las que nos regimos. Así conseguiremos que Cristo viva plenamente dentro de nosotros y lo haremos visible a quienes nos rodean.

Entretenerse en buscar defectos al prójimo es prueba suficiente de no ocuparse apenas de los suyos propios – San Francisco de Asís
Somos muy dados a ver la paja en el ojo de los demás, mientras que nos cuesta distinguir que en los nuestros
 
				 
								


