Mientras caminamos por este mundo, no nos martiricemos buscando la perfección. No la encontraremos, porque no existe. Ni en los otros ni mucho menos en nosotros. Pero sí podemos hallar personas que procuran hacer bien las cosas, son honestas y desean seguir a Jesús. Es lo que se nos pide a todos. No la perfección, porque es imposible que la alcancemos. Si queremos hacer lo que Dios nos pide, procuremos vivir con honestidad, intentando ser mejores cada día cumpliendo con nuestras obligaciones como creyentes.
La bondad es lo que importa, pues es el bálsamo que pone un poco de suavidad en cualquier amarga llaga – San Pío X
No nos cansemos nunca de obrar con bondad, pues es lo que Dios quiere de nosotros. Si así lo hacemos, estaremos inmunizados