Para que el espíritu solidario entre los hombres sea una realidad, a cada uno de los que creemos en que ésta es la mejor forma de acabar con las injusticias, nos corresponde renunciar a nuestros personales egoísmos. De esta manera podremos empezar a tejer espacios de comprensión hacia los demás para buscar las soluciones a los muchos problemas que dañan la convivencia humana. Tenemos que abrirnos a los otros y pensar menos en nosotros.
Cuanto más nuestra alma se despegue de las cosas, más cerca estará de nuestro Creador – San Ignacio de Loyola
¿Qué esperamos en esta vida? Si somos cristianos auténticos, nuestra aspiración tiene que ser llegar a estar lo más cerca posible de