San Juan de Dios nació el 8 de marzo de 1495 en Montemor-o-Novo (Portugal). Se llamaba Juan Ciudad. Con doce años entró a servir como pastor en casa de un ganadero de Torralba de Oropesa (Toledo). Hasta los cuarenta años vivió diversas andanzas y trabajó de soldado, albañil y librero. En Granada, tras escuchar en jun sermón a san Juan de Ávila, se produjo su conversión religiosa. Fue considerado por las gentes como un loco, pues como tal se comportaba para sufrir por sus pecados. Fue internado en el Hospital Real de Granada, recibiendo un trato cruel. Entonces nació en él la vocación de servir a los pobres cuando se encuentran en condiciones de máxima debilidad. En una casa vieja que alquilo, empezó a recibir enfermos, mendigos, locos, ancianos, huérfanos y desamparados. Los cuida, alimenta, asea y trata con todo el cariño. Un día se incendia el hospital y, arriesgando su vida, va sacando de entre las llamas a los enfermos, uno a uno. Su primer hospital es revolucionario en el trato a los enfermos y en la asistencia sanitaria. Murió en Granada el 7 de marzo de 1550. Fue canonizado por Alejandro VIII en 1690. Es patrón de los hospitales, enfermos, enfermeros, bomberos, alcohólicos y vendedores de libros.
Otros santos del día:
• Conmemoración de san Poncio, en Cartago, diácono de san Cipriano, al que acompañó en el destierro hasta la muerte, dejando un valioso volumen sobre su vida y pasión († s. III).
• En Antínoo, de Egipto, santos Apolonio y Filemón, mártires († 287).
• En Como, en la provincia de Liguria, actualmente en Lombardía, región de Italia, san Provino, obispo, fiel discípulo de san Ambrosio, que preservó de la herejía arriana a la Iglesia que se le había encomendado († hacia el año 420).
• En la isla Cathaig (hoy Scattery), en Hibernia (Irlanda), san Senano, abad († s. VI).
• En Domnoc (hoy Dunwich), en Inglaterra, san Félix, obispo, el cual, oriundo de Burgundia, evangelizó a los ingleses orientales sometidos a la autoridad del rey Sigeberto († hacia el año 646).
• En Nicomedia, de Bitinia, hoy Izmit, Turquía, san Teofilacto, obispo, que, desterrado por defender el culto de las sagradas imágenes, falleció en Estróbilo de Caria, actualmente territorio de Turquía († hacia el año 840).
• En la región de Morinos, en Francia, san Humfrido, obispo de Thérouanne, que, al ser destruida la ciudad por los normandos, procuró infatigablemente congregar y consolar a su grey († 871).
• En Pavía, en Lombardía, región de Italia, san Litifredo, obispo († 874).
• En el lugar de Tayne, en Escocia (actual Gran Bretaña), sepultura de san Dutaco, obispo de Ross († hacia el año 1065).
• En la ciudad de Estella, en Navarra, en España, san Veremundo, abad de Hirache, el cual, habiendo abrazado desde joven la vida monástica, estimuló a sus monjes a buscar la perfección con su ejemplo y con ayunos y vigilias († hacia el año 1095).
• En Obazina, cerca de Limoges, en Aquitania, en la actual Francia, san Esteban, primer abad de este monasterio, que, buscando a Dios, unió a la Orden Cisterciense los tres monasterios que había fundado († 1159).
• En el monasterio de Jedrzejow, en Polonia, tránsito de san Vicente Kadlubek, obispo de Cracovia, al cual, tras renunciar a su cargo, profesó allí la vida monástica († 1223).
• En Hiroshima, en Japón, beato Joaquín Kuroemon, mártir († 1624).
• En la ciudad de Getafe, cerca de Madrid, en España, san Faustino Míguez, religioso de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías, que, promovido al sacerdocio, se entregó por entero a la tarea docente, consiguiendo gran prestigio de maestro y perito en ciencias naturales. Fue diligente en su actividad pastoral y fundó la Congregación de las Hijas de la Divina Pastora († 1925).
(Del Martirologio Romano)