Si no ponemos amor en lo que hacemos, poco o nulo valor damos a nuestras acciones. Porque lo que realmente tiene sentido es que vaya envuelto con el ropaje del auténtico amor todo lo que hagamos, aunque sea lo más pequeño. La grandeza de las obras no está en su tamaño, sino en el cariño que ponemos al hacerlas buscando de forma sincera el bien de los otros.
En estrecha cercanía con las virtudes ya recordadas, está la misericordia. Ella es buenísima, y muy agradable a Dios, y adecuada en sumo grado para las almas pías – San Cirilo de Alejandría
Dios es misericordioso con todas y cada una de las personas. Porque todas hemos sido creadas a su imagen y semejanza. Y