Por muy costoso que resulte, solamente el perdón a quien nos hace mal o daña a otros es capaz de parar tanta violencia como diariamente vemos en nuestra sociedad. El ojo por ojo no es la receta que cura el corazón de los hombres que están equivocados. Nunca debemos aplicarla en nuestras vidas. Porque Cristo dijo que hay que poner la otra mejilla cuando nos golpean en una. ¿Es duro? Claro que sí, pero ser cristianos exige perdonar siempre, como Dios nos perdona.
Si Dios está con nosotros, ¿quién podrá contra nosotros? – San Pablo, apóstol
Nuestra debilidad está en la poca confianza que tenemos en Dios. Nos creemos fuertes y prescindimos de Él. Nos consideramos autosuficientes. Mal