Toda la fuerza nos viene del Señor que nos ama, que se entregó por nosotros en el mayor acto de amor que existe, que es dar la propia vida. Con Él, nada nos falta y nada más necesitamos. Lo tenemos todo. Con Él estamos llamados a transmitir a los demás nuestra dicha y hacerles partícipes del mensaje que se nos ha dado. Para que también puedan disfrutar de Jesús y sentir que Él llena también sus vidas.
El peldaño más bajo de esta decadencia moral es la soberbia. El hombre rico se viste como si fuera un rey, simula las maneras de un dios, olvidando que es simplemente mortal – Papa Francisco
La sociedad en la que estamos inmersos necesita personas humildes, serviciales y honestas. Sobran los soberbios que se consideran superiores a los