Acción Católica General

Málaga

Marcos 9, 2-10

Facebook
WhatsApp
Twitter
Pinterest

Éste es mi Hijo, el amado

En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, subió aparte con ellos solos a un monte alto, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo.

Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.

Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús:

«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».

No sabía qué decir, pues estaban asustados.

Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube:

«Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo».

De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.

Cuando bajaban del monte, les ordenó que contasen a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.

Esto se les quedó grabado, y discutían qué quería decir aquello de resucitar de entre los muertos.

Anteriores

Juan 6, 52-59

Juan 6, 52-59

En aquel tiempo, disputaban los judíos entre sí: -«¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?». Entonces Jesús les dijo: -«En verdad,

Juan 6, 44-51

Juan 6, 44-51

En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío: – «Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me ha

Juan 6, 35-40

Juan 6, 35-40

En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío: «Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre,

Juan 6, 30-35

Juan 6, 30-35

En aquel tiempo, en gentío dijo a Jesús: «¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es