Cuando nos ponemos realmente a disposición de Cristo, porque hemos comprendido que Él es nuestra razón de existir, no debemos tener miedo alguno en obedecer cuanto nos pida. Porque no pedirá nada que pueda perjudicarnos. Al contrario, todo lo que nos pida irá en provecho de nuestro bien espiritual. Si creemos en Jesús, digámoslo bien alto con nuestra vida puesta a su servicio.
No se accede a la verdad sino a través del amor – San Agustín
La esencia del cristianismo está en imitar al Señor Jesucristo, que es la Verdad auténtica. Y a Él solamente se llega amándole