Desde la humildad y el sometimiento total a la voluntad de Dios, María nos marca el camino que hemos de seguir, si realmente deseamos contribuir a que esta sociedad nuestra sea mejor. Ella llenará nuestras esperanzas, si la hacemos partícipe tanto de nuestras desventuras como de nuestras ilusiones. Alegrémonos por haber sido llamados a ser hijos de la Señora que nunca abandona a quienes acuden a ella.
Cuanto más nuestra alma se despegue de las cosas, más cerca estará de nuestro Creador – San Ignacio de Loyola
¿Qué esperamos en esta vida? Si somos cristianos auténticos, nuestra aspiración tiene que ser llegar a estar lo más cerca posible de