El pasado fin de semana tuvo lugar la convivencia de jóvenes de distintas parroquias de nuestra Diócesis. Se ha vivido un ambiente de comunión y fraternidad en el que los jóvenes se han encontrado después del verano.
Dani, un joven de la parroquia Divina Pastora, ha querido compartir con nosotros su testimonio:
«Antes de salir siempre nos han dicho que tenemos que beber agua, hacer pipí y llevar la barriga llena; y eso es lo que estuvimos haciendo los jóvenes este finde semana pasado.
Bebimos de la fuente que más sacia, de Jesús, al que pudimos encontrar en la salida que hicimos para llevar un mensaje de Dios y endulzar la tarde a las personas del centro de Málaga o en la oración del Adoremus. Allí, Pablo de Tarso nos contó su propio encuentro y conversión, y con Juan Carlos, seminarista de nuestra diócesis, vimos como Dios sigue con esos encuentros para invitarnos a ser felices.
Hacer pipí tiene algo que ver con los juegos y dinámicas que hicimos, en los que las risas eran el mejor medio para hablar de cómo sería esa salida y el anuncio que haríamos.
El sábado, con los ojos aún casi cerrados, cogimos el tren hacia Torremolinos, donde compartiríamos el día con adultos y niños en el Encuentro Interparroquial. Allí pudimos continuar viendo de la mano de Angelines y Fran cómo anunciar algo es imposible sin una revisión, cambio y puesta en marcha.
Para terminar el día, comimos en comunidad y de sobremesa tuvimos la suerte de disfrutar de música que también era guía en ese anuncio. Llegamos a la mesa más importante todos juntos, la Eucaristía, donde pudimos comer el Pan de vida y, ahora ya sí, ¡¡salir y anunciar la alegría del Evangelio!!»
Estamos agradecidos al Señor por todo lo vivido y compartido.
Salgamos juntos y anunciemos la alegría del Evangelio 
