Querer ser cristianos prescindiendo de la cruz es imposible. Porque en ella murió nuestro Salvador y ella no solamente es el símbolo de nuestra fe, sino el camino por el que tenemos que andar si realmente queremos vivir siendo fieles a Cristo. Abrazarnos a la cruz no consiste únicamente en mostrar nuestra identidad como creyentes, sino en estar dispuestos a que nuestros actos sean acordes con el Evangelio.
Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna – San Pedro, Apóstol
Muchas son las voces de esta sociedad que nos llaman para que las sigamos. Unas nos ofrecen placeres mundanos. Otras, progresos económicos